24/8/07

El Drakar Fantasma

Desde tiempos inmemoriables las corrientes oceánicas han unido a los pueblos. En un principio por motivos económicos, meramente comerciales. Pero poco a poco, sin apenas ser conscientes, lo que verdaderamente enriqueció tales transacciones fué el enriquecimiento cultural que empapó a todos los pueblos.

Nuestro Drakar, consciente de este echo, se niega a permanecer barado largo tiempo. Anhela recalar en el siguiente puerto, desea impregnarse un poco mas de ideas nuevas, necesita nuevas experiencias y nosotros, sus marineros, nos hemos contagiado de dicha sensación.

Cada parada nos hace crecer. Cada encuentro fortalece nuestra esencia. Y aunque no siempre nos agrada lo que encontramos en nuestro deambular sin rumbo, jamás nos arrepentimos del tiempo que hemos pasado deambulando.

Si como nosotros disfrutas y necesitas este tipo de experiencias, no lo dudes, embarcate y descubre a nuestro lado lo que el futuro nos depara.



Nefando y Swanilda